Las residencias de “marca” o branded residences son asociaciones entre un desarrollador inmobiliario y una marca de lujo, por ejemplo, Armani y Nautica. Su atractivo radica en la combinación de diseño arquitectónico, servicios y el respaldo de la marca.
El primero de estos desarrollos se registró en 1927 en New York, pero en los años 80 los hoteles empezaron a vender residencias dentro de sus complejos (Marriott International, Four Seasons y Hyatt).
Según el informe Global Branded Residences Report 2023, de Knight Frank, México ocupa el segundo lugar a nivel mundial en nuevos proyectos de esta categoría, el primero es Estados Unidos, les siguen Emiratos Árabes Unidos y Tailandia. Los fundamentos del mercado respaldan un crecimiento del 55% en residencias de marca global y de lujo hasta 2026, impulsado por el aumento de la riqueza, la mayor movilidad y el deseo de los inversionistas ricos de ampliar sus carteras de propiedades residenciales.
Existen cuatro tipos de branded residences: 1) Ubicación compartida: se ubican en el mismo sitio que un hotel y pueden compartir servicios y áreas comunes; 2) Residencias en hoteles: están dentro de un hotel real; 3) Residencias independientes: localizadas muy cerca de un hotel de marca similar, aunque están completamente separadas de esa propiedad; y 4) Fuera del hotel: propiedades independientes asociadas con una marca de lujo fuera del hotel.
Recientemente, la CDMX recibió a las Armani Residences Masaryk, el primer desarrollo residencial de la marca italiana en Latinoamérica. Ubicado en Polanco, este proyecto es resultado de la colaboración entre Armani Group, Sordo Madaleno Arquitectos y MIRA.
El complejo estará compuesto por 57 residencias distribuidas en tres edificios, cada una diseñada con la identidad de Armani. Entre sus características destacan jardines privados, así como terrazas y áreas comunes. Además, incluirá un componente comercial con las primeras tiendas de Giorgio Armani y Armani Casa en el país.
Cabe destacar que las branded residences están en ubicaciones estratégicas como Cancún, Riviera Maya, Ciudad de México y otros destinos clave para la inversión extranjera, lo que garantiza una alta plusvalía.