La presencia de sargazo en las costas del Caribe mexicano se ha convertido en un problema desde el 2011, el cual se ha intensificado a partir de 2014. Desde entonces, el gran reto ha sido aprovecharlo, principalmente en materiales para la construcción y en la limpieza de las playas de alto tránsito turístico.
Esfuerzos y propuestas ha habido muchos para utilizar productivamente el sargazo (por ejemplo, el sargablock), no obstante, no se ha podido materializar. Ahora la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) encontró una solución: el sargapanel, que consiste en la fabricación de un panel similar a la tablarroca que, en su núcleo y recubrimiento contiene sargazo, pues de esta macroalga se puede obtener una película similar al papel con el que se recubren los paneles de tablarroca.
La tecnología desarrollada por los investigadores de la UNAM permitió solucionar tres problemáticas que presentaban los anteriores productos elaborados de sargazo: mal olor, producción de hongos y flexibilidad limitada.
Cabe anotar que mientras que los paneles de tablarroca tradicionales contienen fibra de vidrio, el sargapanel está construido de sargazo y de yeso, por lo que una vez concluido su uso, es posible reciclarlo. Otras ventajas del sargapanel, respecto a la tablarroca, es que funciona como un aislante térmico, tiene mejores propiedades acústicas y no se incendia con la rapidez que lo hace una tablarroca.